SAGA CANDELA LUQUE

Serie ambientada en la Transición. La primera novela en 1976 e irán incrementando los años. La trampa, la última escrita hasta el momento, sucede en 1979. Muy pronto el siguiente título, en los que el 23 F será el escenario.

A primera hora de la mañana de un viernes 18 de junio de 1976, cuando la gobernanta del hotel se dispone a supervisar las tareas de limpieza, encuentra el cartel de "No molesten" colgado en la puerta. Cuando a las doce decide entrar preocupada porque la clienta forma parte de un grupo de mujeres que suelen abandonar el hotel antes de las nueve, se encuentra con el cadáver de una joven tendido sobre la cama y toda la habitación con vestigios de haber sido registrada.

El primer problema con el que se encuentra la policía es que a la huésped no le han abierto ficha y desconoce su identidad; la protagonista de la serie, Candela, acude junto al inspector jefe Salgado, responsable del Grupo de Homicidios, que le ordena averiguar si a través de un ticket hallado entre el desorden de la habitación, puede conocer algún detalle de la víctima.

Candela consigue su objetivo, pero sus poco ortodoxos métodos le acarrean una reprimenda y no la felicitación que esperaba, situación que se repetirá a lo largo de toda la novela porque la integrante del Grupo Especial de Policía no es muy dada a someterse a las jerarquías.

La investigación lleva a nuestra protagonista a la isla de Tenerife, de dónde era la joven asesinada y allí vivirá una serie de experiencias que en primera instancia parecen señalar como culpable al antiguo novio de la tinerfeña. Candela viaja siempre con su inseparable gato al que cuida con esmero y con el que comparte confidencias.

Al finalizar el caso anterior, Candela está a punto de pedir la excedencia, sin embargo, alberga dudas porque piensa que si abandona, la policía nunca cambiará, y ella por su condición de mujer quiere que cambie y está dispuesta a luchar para conseguir un día ser inspectora.

Una nueva muerte termina por decidirla. Se trata de una lesbiana que frecuentaba un club de ambiente, por ese motivo en la comisaría del distrito no se han tomado ningún interés al considerar que en un entorno como el de la víctima, donde es silencio es la supervivencia, no conseguirán encontrar ninguna pista. Ello, unido a la animadversión que despierta la condición de la víctima, hace que el caso llegue al Grupo de Homicidios de la Brigada Criminal. Por la índole de los hechos y porque el jefe del grupo confía en Candela, será ella la encargada de la investigación. Un nuevo integrante de la Brigada, Manel Romeu, es el inspector que compartirá las pesquisas, pero a la hora de la verdad, la que deberá infiltrarse en en pub de lesbianas al principio, y en un burdel más adelante, es Candela, que vivirá una insólita aventura en la que los sentimientos serán un punto de inflexión en su vida.

En 1979, con una nueva Constitución, España se dispone a dar los primeros pasos para que la mujer partícipe en los mismos trabajos que los hombres. En la promoción de 1979, en primavera, las primeras inspectoras toman posesión de sus cargos. En ese momento Candela ya no es una policía experimental, sino una más del Grupo de Homicidios, donde hasta ese momento ejercía la misma función pero con un sueldo menor.

La madures de Candela  y su evolución en estos años, han convertido lo que empezó como un juego o un reto ante sí misma, en una profesional que en este nuevo caso deberá esclarecer junto a su compañero Manel Romeu, las muertes de tres personas en el, entonces, Barrio Chino, hoy El Raval. A esta investigación se sobrepone la muerte de una cantante amiga del inspector Romeu, quien se ve envuelto en una serie de circunstancias en las que deberá demostrar su inocencia, puesto que todos los indicios apuntan a su culpabilidad. La cantante ha sido asesinada con el arma de Manel Romeu, pero el Comisario de la Brigada, Andrés Salgado, asigna una investigación paralela a la oficial a la inspectora Luque, porque confía en la inocencia de su compañero.

Esta novela resalta los entresijos del poder porque muchos de los que están acostumbrados a una manera de trabajar, se resisten a que las cosas cambien.

Año 1981. La vida en la Brigada Judicial con el Comisario Salgado al frente, se halla desbordada de trabajo. La investigación por el asesinato de una maestra recae en las inspectoras Candela y Virginia, sin embargo, un pederasta irrumpe en la vida de Virginia, que no logra que los padres denuncien al culpable. Con ayuda de Candela inician una investigación por su cuenta que repercutirá en su trabajo cotidiano bajando el rendimiento.


La investigación sobre la muerte de la maestra se cierra poniendo a disposición un culpable, en contra del parecer de las inspectoras. Por otra parte, el contrabando de armas y droga en la Playa del Somorrostro de Barcelona, que investigan Manel y Diego, traerá consecuencias devastadoras para la Brigada, en una España secuestrada durante unas horas por un Teniente Coronel de la Guardia Civil.